15 Enero 1999



…Salgo de mi departamento y ya estoy atrasada, antes de salir llamé al sanatorio y pospuse mi cita con el psiquiatra para el día siguiente, tomé el maletín que hoy pesaba mas que otros días y me dirigí al estacionamiento con un presentimiento del alma que hoy sí resolvía el caso.
Aquel joven culpaba a un fantasma del crimen muy bien elaborado, su señora calló por las escaleras que recién limpias aun mojadas, resbaló y rodó sin parar, pero su esposo vió que antes de caer forcejeaba con una joven mujer que paseaba un coche cuna, ella le reclamaba su hijo, al ver esta discusión corrió a ayudar a su mujer de tal encuentro, al llegar al lugar desapareció la mujer. Y con ésta soltó a su amada escalera abajo, para sorpresa de él, su mujer estaba en cinta y esperaba a su primer hijo.
El edificio queda a un costado del campo del golf, hoy había un juego importante y no quedaba estacionamiento alguno, en un giro de búsqueda en el lugar vi aquella mujer del coche entrando al hall del edificio. Estacioné el auto en medio de una plaza y corrí dirigiéndome al ascensor que ya comenzaba su partida rumbo arriba, mi afán era llegar al piso 14 para que el marido reconociera a la mujer del coche, mujer que se había esfumado. En el ascensor 20 personas esperando su uso, tomé las escaleras como alternativa de rapidez y empecé a correr, mis tacos sonaban como caballo, la primera vez que alce mi cabeza ya estaba en el piso 6 y la segunda en el 11 piso y así el 14, cuando iba a tocar la puerta del joven, ví a la mujer entrando al ascensor con coche y todo, lance mi maletín con tal de activar el sensor del ascensor. Me metí y ella ya no estaba, mi desagradable experiencia con ascensores me hizo sentir angustia al estar allí sola mas aun cuando este bajaba tan rápido, sentí opresión, se me achicaba el espacio cada vez más, con mi estomago en la garganta golpeé las puertas muchas veces hasta llegar al 1er piso, al abrir ví a lo lejos en la vereda del frente que quedaba a unos 35 metros o más a la mujer con su coche en mano, corrí al auto, me subí y aceleré en dirección al calle de salida del edificio, mientras buscaba a la mujer en sentido contrario del tránsito, avancé sin mirar autos sólo a que la mujer apareciera en alguna esquina, giró un camión que vi de reojo y un ruido enorme ensordeció mis oidos, impacté con mi auto, sin poder gritar por que mi boca la tapaba unas manos suaves pero firmes, apretaban cada vez más, me ahogaba…
Me senté en la cama de apuros para tomar respiración… aun despierta sentía las vueltas y giros del auto sumándose la intensidad de latidos que daba mi corazón asustado.

27 Mayo 1999

1 comentario:

Anónimo dijo...

un sueño bastante bueno como para un cortometraje.

tragico pero en fin.

Video de mi semana.

Tu beso se hizo calor, Luego el calor, movimiento, Luego gota de sudor Que se hizo vapor, luego viento Que en un rincón de la rioja Movió el aspa de un molino Mientras se pisaba el vino Que bebió tu boca roja. Tu boca roja en la mía, La copa que gira en mi mano, Y mientras el vino caía Supe que de algún lejano Rincón de otra galaxia, El amor que me darías, Transformado, volvería Un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma. El vino que pagué yo, Con aquel euro italiano Que había estado en un vagón Antes de estar en mi mano, Y antes de eso en torino, Y antes de torino, en prato, Donde hicieron mi zapato Sobre el que caería el vino. Zapato que en unas horas Buscaré bajo tu cama Con las luces de la aurora, Junto a tus sandalias planas Que compraste aquella vez En salvador de bahía, Donde a otro diste el amor Que hoy yo te devolvería Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma.