Cubos


Lamento mucho no poder llegar
a tu corazón
como puedo con el de mi cuaderno
es algo excitante
y a la vez retraído.

Cuando los cubos del juego
se desordenan por falta
de indecisión, que sé yo
los colores, las letras
bueno, en fin.

Los voy a volver a colocar
en su lugar
uno a uno aunque pierda
pero soy yo primero
son una de las cosas que aprendí

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya que nadie comento este poema lo comento yo ,si somos un monton de cubos amontonados y cuando llega el momento de crear ,creamos bellas formas ,pero el tiempo nos gasta,las formas decaen con los golpes ,las marcas son duras en esos cuadros
y al final final caen y quedan hechas nada. ami me gustaria ser aire meterme por todo lugar andar y siempre estar fresco ,soplando.ya me fui para otro lado,ya te dejo ardillita sabes que siempre vaz aestar como una flor que habre en las mañanas para tomar el sol,que su color reluce y yo no puedo de dejar de mirar cuando la veo al caminar . ya te dejo un beso cuidece que este bien ,espero ese momento, no se cuando ,pero tiempo al tiempo y que ese momento se aga eterno en nuestros recuerdo.
no me sale esto de los poemas
soy fome .ya chao cariños que disfrute sus tardes con descanso y comedia y lectura y amor de sushijos

Video de mi semana.

Tu beso se hizo calor, Luego el calor, movimiento, Luego gota de sudor Que se hizo vapor, luego viento Que en un rincón de la rioja Movió el aspa de un molino Mientras se pisaba el vino Que bebió tu boca roja. Tu boca roja en la mía, La copa que gira en mi mano, Y mientras el vino caía Supe que de algún lejano Rincón de otra galaxia, El amor que me darías, Transformado, volvería Un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma. El vino que pagué yo, Con aquel euro italiano Que había estado en un vagón Antes de estar en mi mano, Y antes de eso en torino, Y antes de torino, en prato, Donde hicieron mi zapato Sobre el que caería el vino. Zapato que en unas horas Buscaré bajo tu cama Con las luces de la aurora, Junto a tus sandalias planas Que compraste aquella vez En salvador de bahía, Donde a otro diste el amor Que hoy yo te devolvería Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma.