Rebotes...

Rebotes.

Todo absolutamente todo
suele tener rebote
como una bola de villar
las golpeas fuerte con tu taco
creyéndote el macho
con violencia no se llega a nada
pero te fuiste pillando solo
te encerraste en tus mentiras
y del pillo no pudiste salir más
con él me llevaste al hoyo
sin puntaje.

El triángulo tuvo su final
abandoné el juego
para meterme en otro peor
jugar a ser reina blanca
pero tu el rey negro
y otra vez repito
con violencia no se llega a nada
trataste de ponerme en jaque
millones de veces más
hasta dejar caer mi ángel guardián.

Y renuncié
abandoné el juego de ajedrez
aunque se me acuse de perdedora
creo que el juego jugué
por que sé que igual en mate te dejé.

Todo absolutamente todo
suele tener rebote
tengo y siempre tendré
del mango el sartén
tendrán que reconocer
que aprendí a jugar
nunca más mentiras ni engaños
ni violencia ni malos ratos
quiero ahora pensar en mi
un poco aunque fuera un rato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wow, como todo lo que vivimos se puede expresar en un simple poema... Un poema que tiene peso y vida.

Como con un simple poema podemos hacer que las situaciones se vean de otra manera, se tornen sin explicacíon.

Que valentia...

Video de mi semana.

Tu beso se hizo calor, Luego el calor, movimiento, Luego gota de sudor Que se hizo vapor, luego viento Que en un rincón de la rioja Movió el aspa de un molino Mientras se pisaba el vino Que bebió tu boca roja. Tu boca roja en la mía, La copa que gira en mi mano, Y mientras el vino caía Supe que de algún lejano Rincón de otra galaxia, El amor que me darías, Transformado, volvería Un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma. El vino que pagué yo, Con aquel euro italiano Que había estado en un vagón Antes de estar en mi mano, Y antes de eso en torino, Y antes de torino, en prato, Donde hicieron mi zapato Sobre el que caería el vino. Zapato que en unas horas Buscaré bajo tu cama Con las luces de la aurora, Junto a tus sandalias planas Que compraste aquella vez En salvador de bahía, Donde a otro diste el amor Que hoy yo te devolvería Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma.