Chocolates...


Chocolates niña a mujer.

Niña a mujer
miedo sentía al amanecer
un mar rojo dentro de mí
de un nuevo despertar, mujer
explotó para dar comienzo.
Mil chocolates comí la celebración,
no la entendí.


Niña a mujer otra vez
soy madre esta vez
que hermosa experiencia es
mi cuerpo cambia
un gran jardín guarda en él.
Mil chocolates comí
un antojo,
por fin.

Mujer a mujer
disfruto de mis frutos
hijas de las estrellas
que hermosas son ellas
mi corazón fuerte late
bate – bate chocolate
cada vez,
como más chocolates.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wena!!

esa capacidad q tienes para querer... para amar... te admiro.

besos

Anónimo dijo...

como el comercial, no hay nada mas dulce, jajaja, esta bonito el poema, y ademas veo que eres prolifica al escribir, bueno eso manifiesta que el amor inmenso por quienes te rodean inspiran cada dia tan bellas palabras
saludos

Video de mi semana.

Tu beso se hizo calor, Luego el calor, movimiento, Luego gota de sudor Que se hizo vapor, luego viento Que en un rincón de la rioja Movió el aspa de un molino Mientras se pisaba el vino Que bebió tu boca roja. Tu boca roja en la mía, La copa que gira en mi mano, Y mientras el vino caía Supe que de algún lejano Rincón de otra galaxia, El amor que me darías, Transformado, volvería Un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma. El vino que pagué yo, Con aquel euro italiano Que había estado en un vagón Antes de estar en mi mano, Y antes de eso en torino, Y antes de torino, en prato, Donde hicieron mi zapato Sobre el que caería el vino. Zapato que en unas horas Buscaré bajo tu cama Con las luces de la aurora, Junto a tus sandalias planas Que compraste aquella vez En salvador de bahía, Donde a otro diste el amor Que hoy yo te devolvería Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma.