
En la soledad de aquellos recovecos
que fácilmente se han puesto a pensar
en ésta ociosa meditación
recuerdan el encandilamiento
de esa divina vela que entibia mi ser
ha encandilado mi vivir por completo
me ha segado a tu amor, a tus besos
y a tu lindo amado ser.
En ese tibio momento
cuando tengo que pensar
cuando lo que más amo es sentirte
vuelvo a mi realidad inevitable
esperando desde ya mi encuentro.
Llego a mi lecho sola pretendiendo dormir
mi sueño es despierta
pensándote, más bien soñándote
te aprieto fuerte a la inmensidad
de un espacio de aflicción íntima.
El sollozo es tan inevitable
como la pena infinita de separarnos
es simplemente como dejarme
a mi misma...
por que separarnos hace causa
de ésta tristeza...
cada desvelo el domingo
cada amanecer sin ti.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario