Reina sin saber


Una niña deslaza
camina a orillas
de una playa
deja huellas suaves
que el mar borra
con deseos de tomarla.

Fría y helada
sus pensares congela
sus pasos descongela
dejando florecer
su ardiente sentir
sólo en él.

La bahía duerme
media noche en llantos
su acalorado corazón le llama
la estrella fugas
conoce su nombre
susurra un llanto enorme.

Besa el violín
que ya nunca más sonará
desde las olas inquietantes
pierde su amor errante
mar adentro quiere andar
al encuentro de su amante.

El viento cala su alma
sin querer la marcará
la escabulle al horizonte
su tez azulada entrega
junto a su débil estampa
cae al ritmo de la oleada.

Hasta que al morir
busca ahora el sin fin
de un nuevo vivir
con él compartir
él., la ama
con deseo, la abraza.

Llantos al alba
tiene tu rocío final
una oración impecable
aclama tu madre
sólo sé que Dios vendrá
ruego, vendrá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

OOla! pOm Tiiah
jejej ahOra ta tOa una xika internet, haciendO blOgz, fotologz!
hhahahh de LO mah tOp!


emm me vOii pOM!!!



k te bem!!




AdiiOZ!!




>> NIikOle!

Video de mi semana.

Tu beso se hizo calor, Luego el calor, movimiento, Luego gota de sudor Que se hizo vapor, luego viento Que en un rincón de la rioja Movió el aspa de un molino Mientras se pisaba el vino Que bebió tu boca roja. Tu boca roja en la mía, La copa que gira en mi mano, Y mientras el vino caía Supe que de algún lejano Rincón de otra galaxia, El amor que me darías, Transformado, volvería Un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma. El vino que pagué yo, Con aquel euro italiano Que había estado en un vagón Antes de estar en mi mano, Y antes de eso en torino, Y antes de torino, en prato, Donde hicieron mi zapato Sobre el que caería el vino. Zapato que en unas horas Buscaré bajo tu cama Con las luces de la aurora, Junto a tus sandalias planas Que compraste aquella vez En salvador de bahía, Donde a otro diste el amor Que hoy yo te devolvería Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, Nada es más simple, No hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma.